Cómo Funciona la Ortodoncia: Frenillos
Un tratamiento de ortodoncia exitoso depende de tres factores: presión, tiempo y cooperación. Los frenillos son aparatos de ortodoncia fijos que típicamente consisten de brackets, bandas y alambres. Estos aparatos generan la presión sobre los dientes para irlos moviendo de forma gradual a su posición correcta a través del tiempo. La cooperación del paciente es necesaria para mantener los dientes limpios, evitar comer cosas que puedan despegar los brackets, limitar la ingesta de bebidas azucaradas, visitar a su odontólogo cada 3-6 meses y utilizar las ligas tal y como sean prescritas por el ortodoncista.
Los pacientes con frenillos típicamente visitan al ortodoncista cada 4 a 8 semanas, hasta que los dientes se hayan alineado de forma apropiada. Durante estas visitas de mantenimiento, su ortodoncista se asegura que los dientes se están moviendo de forma correcta y ajusta el tratamiento y el movimiento dental como lo considere necesario para lograr los objetivos.
El tiempo de tratamiento depende de la complejidad del caso. Un retoque para mejorar detalles pequeños en la sonrisa podría durar unos pocos meses, mientras que un tratamiento completo, comprehensivo, incluyendo corrección de la mordida, podría durar varios años.
En el tratamiento se podrían incorporar otros aparatos o aditamentos tales como expansores del paladar, dispositivos de anclaje temporal (TAD’s) o ligas, los cuales ayudan a acelerar el proceso y a mejorar el resultado.
Una vez que los dientes han sido colocados en su posición correcta, los frenillos y otros aparatos se remueven por completo. En ese momento, se toman moldes de los dientes para fabricar retenedores removibles y/o permanentes que los pacientes deberán utilizar para que los dientes se mantengan en su lugar a través de los años.
Los Ortodoncistas son los expertos en ortodoncia y ortopedia dento-facial.